Un disco homenaje a la música del gran Ray Charles. Él fue pieza fundamental en la educación musical de un pequeño Stevie Wonder que escuchaba con admiración sus canciones por la radio. Su voz profunda, áspera y cargada de sentimiento blues, era el cultivo ideal para incentivar y adelantar la explosión creativa interior del pequeño Stevie. No se puede considerar un disco fantástico, la mayoría de los temas del genio Ray Charles no se pueden comparar cantadas por la voz de un niño de 12 años, pero si se puede ver la ambición de este pequeño Stevie, que las adversidades en la vida no le impedían dar rienda a su tremendo talento.
En Tribute to Ray Charles demuestra que, aparte de saber tocar diferentes instrumentos como el órgano, piano, armónica y drums, es capaz tambien con su voz de expresar ese "feeling" propio de los grandes maestros.
